Tomado de: Fundación Gabo
Consulta enviada por: Carlos Alberto Giraldo, Colombia
¿Cuál
es la relación que existe entre libertad y ética?
Se necesitan de tal modo que no puede haber ética sin
libertad, ni libertad sin ética.
La ética implica un ejercicio permanente de la libertad,
como que ser ético es el máximo grado de la libertad.
La ética nace de una
decisión personal que no puede ser impuesta por nadie, y en esto se diferencia
de la ley.
A su vez la libertad es posible como resultado de la
práctica de las virtudes que llevan a la excelencia personal y profesional.
Puesto que nadie le da la libertad a nadie, la libertad es creación de lo mejor
de cada persona.
Hablar, pues, de un hombre libre es hablar de alguien que ha
realizado el proyecto de ser humano. Esto se entiende mejor si se mira el papel
de la libertad en la actividad de los humanos en la sociedad. La libertad es
agente de cambio porque aporta la materia prima para la libertad de los
ciudadanos y de la sociedad. Y para no quedarnos en la metáfora miremos los
pasos de este proceso de la libertad.
Uno se hace libre al decidir.
Pero solo puede decidir cuando está bien informado. Y está
bien informado para decidir quien tiene un completo conocimiento de las
distintas opciones posibles, de modo que al decidir por una y rechazar las
otras, lo hace con pleno conocimiento.
Ese conocimiento, en lo que concierne a los asuntos públicos
(escoger un candidato, un partido, un programa político, etc) lo da la
información, que es sólida y creíble si es obtenida y difundida en libertad. Y
este es el papel de la prensa: dar conocimiento que permita decidir y, al
decidir, el ciudadano construye su libertad.
Documentación
La libertad verdadera consistiría, para Spinoza, no en
actuar gratuitamente, sin causa ni razón sino en actuar conforme a la
naturaleza necesaria del hombre, en obedecer el conato predeterminado, de
perseverar en el ser actuando de acuerdo con las ideas claras y distintas que
muestran la racionalidad universal y en conformidad con las verdades eternas y
necesarias de cuanto existe.
La libertad no sería sino el cumplimiento con la
necesidad propia y absoluta del ser.
La paradoja es doble, se manifiesta en que
la libertad consiste en la necesidad, esta, a su vez remite a la libertad; la
naturaleza necesaria del hombre no es en realidad absolutamente necesaria, no
se cumple forzosamente de manera espontánea y automática como una necesidad o
instinto natural.
Por el contrario, es adquisición libre, nacida de la elección
y de la efectiva actividad humana, que puede darse o no darse.
No es
propiamente fuerza o ímpetu espontáneo que se realice con natural y universal
facilidad. Y así parece reconocerlo el propio Spinoza cuando dice: “si los
hombres nacieran libres, no formarían concepto alguno de lo bueno y lo malo, en
tanto fueran libres.
Todas estas acciones: esforzarse, no depender, librarse,
dominar, dirigir, estimular, luchar en contra, cambiar unos condicionamientos
por otros son la libertad, el poder humano de intervenir en los enlaces
causales conforme con su designio y transformar así la naturaleza externa o
interna.
Es cierto que la libertad no es absoluta, ni es incausada ni es
tampoco contra o extra natura, pero la naturaleza para el hombre no es un
régimen causal, cerrado, necesario y uniforme, inalterable, perfecto y divino.
Por eso hay historia, cultura y ética.Juliana González: Etica y Libertad, Fondo de cultura económica. México 1997. P.
107 y 108.
Respondido por: Javier Darío Restrepo
Reflexiones de
Fernando Savater y su libro Ética para
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